viernes, 28 de octubre de 2011

ATENCIÓN AL PÚBLICO

En la anterior entrada, hubo un par de comentarios muy interesantes que me han hecho reflexionar sobre el trato al público.

Conozco gente que dice que prefiere trabajar en un despacho pequeño lleno de papeles y libros antes que en un gran despacho "aguantando" a gente. En mi caso, me gusta tratar con la gente, me gusta hablar y me gusta aprender de los demás, por lo que considero muy interesante la interacción entre las personas.

Entiendo que para gustos están los colores y que cada uno debe dedicarse a lo que prefiera.

Hace un par de semanas quedé con una amiga de la infancia y me comentó que había ido a dejar el C.V a una empresa de trabajo temporal y que la forma de atenderla fue bastante seca, que simplemente le dijeron que los C.V. se entregan por medio de la página web y que no pudo entregarlo en persona.

Mi contestación fue, que entendía a esa persona que la atendió. 

Cuando yo trabajaba en la otra empresa, era tal mi grado de estrés que me cambió el carácter. Nunca sonreía, estaba borde, todo me molestaba, aprendí a gritar... La gente más cercana a mí me decía que siempre tenía "cara de perro" y que parecía que en cualquier momento me iba a lanzar a morder a alguien.

Esto provocaba que no tuviera una atención excelente para la gente que entraba por la puerta a la oficina, es más, muchas veces cuando veía que alguien iba a entrar me levantaba con cualquier excusa para que fuera mi compañero el que las atendiese, o cuando sonaba el teléfono me negaba a cogerlo incluso terminando alguna vez encerrada en el baño para disimular.

No me siento orgullosa de ello. Reconozco que la presión a la que estaba sometida era inmensa y la verdad es que la situación me desbordó, convirtiéndome en alguien que realmente no era.

A día de hoy puedo decir que trabajo cara el público. Los atiendo lo mejor que puedo e intento que se sientan siempre bien. Entablo conversaciones absurdas con alguno y me río CON muchos otros. Creo que superé aquella situación pasada y ahora mismo doy lo mejor de mí.

He vuelto a sonreir diariamente. Como dice mi padre: "Ir a trabajar es una obligación. Tienes que ir, así que al menos vete feliz y pásatelo lo mejor que puedas". La verdad, eso intento XDDD

Con esto no quiero decir que sea "NORMAL" que te traten mal en los sitios, sino que entiendo que todas las personas tenemos nuestros días y nuestras situaciones personales que influyen en nuestro carácter, pero que es importante y necesario saber encontrar el equilibrio interno y hacer que el tiempo de vida sea lo más feliz posible. 

Ante todo, un CONSEJO PERSONAL que me tomo la libertad de daros...no perdáis la educación ni los nervios, desde mi punto de vista, el ser educado abre muchas más puertas.

Un saludo

La becaria de RRHH

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